Hoy en clase ha sido el día de evaluar y poner en común los ensayos que habíamos realizado y que respondían a la pregunta: ¿qué es educar?. Para su ejecución nos basamos en el libro de Fernando Savater "El valor de educar". Por tanto, me gustaría dejar aquí mi granito de arena y la reflexión que hice y pienso sobre el tema a tratar.
El libro “El valor de
educar” de Fernando Savater, nos presenta una visión y opinión sobre, como
bien dice el título, el valor de educar y todo lo referente a la educación
desde su experiencia y punto de vista. Critica lo poco valorada que está la
educación y que ha estado años atrás, así como la labor de los profesionales de
la misma, los maestros. A partir de esta lectura, voy a intentar reflexionar
sobre este tema, dar mi punto de vista en lo que respecta a la educación y los
educadores y cómo se desarrolla esto hoy en día, aunque como todos
sabemos, la educación ahora mismo no
brinda su mejor momento.
Ahora bien, la
pregunta que me viene a la cabeza es: ¿qué es educar? Parece una cuestión fácil
y que todos sabríamos responder, pero cuando te paras a pensar es realmente
difícil definir o explicar lo que
significa “educar”. Cada persona tiene una concepción diferente de esta palabra
y de la educación en general ya que es un concepto muy amplio y abarca grandes
campos.
No obstante, la enseñanza, desde siempre, debería haber
estado en lo alto de la cima ya que es la base de la educación, la pieza clave
para el desarrollo de todo ser humano. Sin embargo, nos toca luchar día tras
día para que esto sea así, para valorar esa educación a la que llaman
“inferior”, y es la que nos conduce y encamina al futuro. Así como los profesores, infravalorados como
si no supieran hacer nada mas, como cita Savater en su libro: “Todo esto es un auténtico disparate.
Quienes asumen que los maestros son algo así como «fracasados» deberían
concluir entonces que la sociedad democrática en que vivimos es también un
fracaso”. El papel del profesor siempre ha estado muy devaluado, cuando son
ellos los que nos dan la base de la educación, quienes nos enseñan y nos encaminan,
nos aconsejan, siempre de la mejor manera. Porque ¿quién no recuerda sus
primeros años de colegio? ¿Los primeros juegos, los primeros profesores?
Yo entiendo por educar el proceso de formar a las personas,
de enseñarles nuevos conceptos y experiencias, la base del respeto y que
debería estar por delante de todo, ya que sin enseñanza ni educación, pocos
pasos podemos dar hacia delante. Además, día tras día todos aprendemos de
todos, aunque sea lo más mínimo, hasta de los más pequeños, siempre hay algo
que aprender, pero lo más importante es aprender de uno mismo. Todos somos
maestros y educadores de todos, pero sobre todo de nosotros mismos ya que
“nunca te acuestas sin saber nada nuevo”.
Sin embargo, hoy en día es triste ver como hay gente que
tiene que dejarse los estudios, dejar de formarse y de aprender aquello que le
gusta y de lo que quiere vivir, todo por falta de dinero y de cómo se está
tratando la educación en este país, cuando en otros es lo primero, lo
fundamental, y lo que está por delante de todo. (Como por ejemplo el caso de
Malala).
Para ir finalizando, me quedo con unas palabras de Savater:
“Y es que la enseñanza presupone el
optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien
no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el
optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la
educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad
innata de aprender y en el deseo de saber que la anima (…)”
No hay más, todos somos educadores y todos somos aprendices,
y que tanto la enseñanza inferior como la superior son igual de valiosas y
aunque no esté pasando por su mejor momento, hay que luchar, para que todo lo
que venga en un futuro sea mejor.
